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Warhammer 40.000 => Trasfondo => Mensaje iniciado por: gorkab en 15 de Mayo de 2011, 18:22:32
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Hola chicos, estoy en casa de mis padres y toqueteando el ordenador he encontrado el relato de la última batalla de Tycho en la colmena Tempestora (3a guerra Armageddon).
És un relato que me gustaba por lo como describe la Rabia negra, así que os lo pongo por si alguno le interesa.
Antes que nada quería comentaros que a quien le interese el tema todavía está a tiempo de visitar la web oficial de armageddon mediante por ejemplo (no pongo la web principal, así que navegad):
http://replay.web.archive.org/20070314192253/http://www.armageddon3.com/English/Campaign/Troops/multiork.html
relamente había mucha info en la web oficial, a ver si la puedo descargar algún día antes que desaparezca. Si no os aparece el la web, dadle varias veces a cargar la página en vuestro ordenador, la base de datos es lenta y el contenido no os puede llegar y da como errode que no existe la página.
Si alguien se acuerda podríamos buscar en esta misma web la página de la 13aba cruzada negra de Abaddon.
En fin, a lo que toca:
El zumbido de las poderosas alas, una sensación de tristeza infinita. No deberíamos haber llegado hasta este punto... camaradas de armas embarcados en una batalla a muerte. Entonces le vio, el que una vez fuera su hermano, convertido ahora en enemigo. Las armas centellearon y una explosión de sangre; un grito de dolor le atravesó todo el cuerpo como una descarga eléctrica y él...
...abrió los ojos, el sudor cubría su pi8el con una película aceitosa y le sangraba la boca. Tragó saliva y se pasó la lengua por encima de los dientes, luchando por ahogar sus visiones. Pero no importaba cuánto se esforzara por librarse de ellas, las visiones estaban siempre allí, atenazando sus pensamientos. El Hermano Capitán Erasmus Tycho se levantó y, cuando se giró para abandonar la capilla, se detuvo al ver al Capellán Lemartes de pie bajo el arco de la entrada, con el rostro oculto por las sombras que proyectaba una antorcha eléctrica.
"¿Los has visto otra vez?" -preguntó Lemartes.
Tycho asintió lentamente con la cabeza. "Sí...-susurró-. Les veo incluso ahora. Puedo sentir su dolor, un dolor que me consume".
Lemartes se acercó a Tycho y puso las manos sobre los hombros de su amigo. Siempre había sabido que llegaría este momento, pero, aun siendo así, sentía pena. era lógico que hubiera sucedido en Armageddon. Podía ver los ojos vidriosos y extraviados de Tycho y supo que parte de su mente había viajado muy lejos, hasta la era de la Gran Traición, hasta la última batalla de su Primarca Sanguinius. Hasta su muerte.
"¿Han considerado mi... solicitud?" preguntó Tycho.
"Lo han hecho, amigo mío" respondió Lemartes tristemente.
"¿Y?"
"Se cumplirá tu deseo, Erasmus. El honor de liderar la última esperanza de ocupar la brecha en la Colmena Tempestora mañana es tuyo. Vamos, debo realizar el moripatris."
(....)
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Embutido en su armadura recién pintada de negro, Tycho miraba fijamente hacia la asediada Colmena Tempestora mientras los Capellanes se movían entre los hombres de la última esperanza, los primeros en asaltar la brecha. Los primeros en morir. Sintió cómo se le aceleraba el pulso y su respiración se hacía más agitada... El palacio Imperial estaba en ruinas, había miles de muertos... Parpadeó y miró como unos enormes Gargantes... Titanes de aspecto demoníaco observaban las ruinas de la Tierra como dioses depredadores, aniquilando y destruyendo todo cuanto hallaban en su camino... ocupaban posiciones de tiro delante de la colmena. En algún lugar del infierno de cráteres que se extendía ante él estaba el enemigo que le había desfigurado horriblemente hacía años... La traición de un solo hombre les había conducido a esto, la vanidad y el orgullo de un solo hombre. Pero ahora tenían la oportunidad para que todo acabase allí. Su Emperador había tomado la decisión de combatir a Horus; y Sanguinius de los Ángeles Sangrientos, no le fallaría ... El Capellán Lemartes se detuvo ante Tycho y mojó su dedo en un cáliz lleno de sangre. Con ella ungió el casco de Tycho dibujando una cruz dentada y dijo: "Con mi sangre encomiendo nuestras almas al Emperador. Que Él pueda protegerte en este día".
"Y tú también, Dorn" dijo Tycho, cogiendo la mano de Lemartes con el saludo de los guerreros, muñeca contra muñeca-. Por nuestra última oportunidad, hermano."
"Sí -asintió Lemartes sabiendo que Tycho estaba finalmente perdido-. Por nuestra última oportunidad."
(...)
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Tycho hizo morder el polvo a otro pielverde con un golpe de revés de su puño. Los huesos del pielverde se rompieron y la sangre empezó a manar. La cima de la brecha estaba a menos de diez metros. Las armas de fuego trazaban un camino hacia él; a su alrededor las explosiones levantaban fragmentos de rocas y grandes nubes de arena. Sintió los brutales impactos, pero los ignoró y siguió cargando por entre los escombros que cubrían la pendiente. El aire estaba lleno de polvo y humo asfixiantes. todo lo que acertaba a distinguir ante él era formas nebulosas... Hermanos Marines Espaciales cuyos juramentos de lealtad no eran más que palabras que se lleva el viento. Los odió como nunca había odiado antes. Una espada que se dirigía hacia su cabeza le alcanzó en el hombro, penetrando profundamente su carne... La máscara dorada de Tycho fue arrancada del rictus de su rostro en medio de un amasijo de carne y sangre. Gritó, dominado por la furia, mientras permanecía en lo alto de la brecha, rodeado de enemigos.
Los Orkos rodeaban a cientos a los Ángeles Sangrientos, muriendo a docenas mientras cincuenta años de odio y venganza se desbordaban por las venas de Tycho. Tras él, el último Marine Espacial cayó bajo las afiladas armas de los Orkos... el resto se había ido, separados durante la teleportación. Estaba solo... Tycho luchó con la fuerza de la leyenda, combatiendo y destruyendo a todo el que se le acercaba. Recogió una espada caída y prosiguió la carnicería, levantando y bajando la hoja de su espada, enfundando el filo de su espada en sangre orka. Ninguna espada podía atravesar su armadura, ninguna bala podía abatirle. Docenas de cadáveres de Orkos le rodeaban en su altar de muerte.
El humo se disipó y un enorme Orko, embutido en una chirriante armadura mecánica, atravesó las ruinas para dirigirse hacia él. Una enorme vaharada de humo negro salía por los oxidados tubos y tenía unas enormes garras adosadas a cada brazo. Tycho gruñó mientras la furia incontenible de la Rabia Negra le consumió totalmente... Horus, el más grande y amado de los Primarcas. ¿Por qué? Cuando podíamos conseguir todo aquello con lo que soñábamos. ¿Por qué? Horus guardó silencio, balanceando su puño de acero. Retrocedió ante la poderosa garra, deslizándose tras el Traidor. Sanguinius le lanzó una patada a Horus, sintiendo cómo los colmillos se rompían bajo las suelas de sus botas. Aterrizó suavemente, girando sobre sí mismo mientras Horus atacaba de nuevo. Su espalda estaba apoyada contra el muro, no había escapatoria, sólo podía ir hacia adelante. Los dos hermanos se enfrentaron, espada contra espada, pese a que Sanguinius sabía que no podía derrotar a Horus. La espada se rompió con un chasquido y Horus golpeó con su garra, atravesándole la armadura y hundiéndola en sus entrañas. Una horrible agonía le recorrió el cuerpo hasta llegar a sus costillas mientras Horus le segaba la vida. Sanguinius escupió sangre sobre el rostro de su hermano y susurró: "¡Me muero, pero tú morirás conmigo, traidor!" -dijo mientras desgarraba la garganta de su enemigo en medio de un mar de sangre. Sintió cómo se aflojaba la presa de Horus y esta caía inerte al suelo. La vida abandonaba su cuerpo destrozado. Podía oír vagamente como le llamaban sus compañeros, pero a cada segundo que pasaba sus voces se hacían cada vez más inaudibles. No le había fallado a su Emperador. Sonrió y cerró sus ojos mientras la vida se le escapaba.
(...)
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Lemartes observó el pequeño grupo de Marines Espaciales mientras llevaban sobre sus hombros el cuerpo inerte de su Capitán, hacia las líneas imperiales. La brecha había sido tomada y el anillo exterior de fortificaciones y bunkers estaba ahora en manos imperiales. Tycho había resistido en la brecha el tiempo suficiente para que el resto del ejército alcanzase las murallas y consiguieran la victoria. Con una suavidad que contrastaba con el aspecto brutal de los Ángeles Sangrientos, los Marines dejaron el cupero del Hermano Capitán Erasmus Tycho a los pies del Capellán Lemartes. Este se arrodilló ante el ensangrentado cuerpo, apoyando su mano sobre su frente y contempló el rostro de su amigo. Quizás aquello sólo era la relajación de los músculos que seguía a la muerte, pero le pareció ver una suavización de los rasgos de Tycho, como si el terrible desfiguramiento hubiera desaparecido con su muerte. O así lo esperaba.
"Adiós, hermano, -le susurró-. Nunca te olvidaremos."
FIN
ha sido una suerte que hubiera guardado el doc este :)
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En una palabra: É-PI-CO.
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Impresionante,
ahora estoy echando un vistazo a la web esta de web-archive (concretamente la web de Armageddon).
Esta gente la debe de tener muy grande!!! La base de datos digo, porque todos los links con pdf's de misiones especiales, reglas, juegos antiguos como la batalla por Armageddon, etc. funcionan!!!!
El próximo finde tendré que traerme un disco duro :P No quiero ni imaginar que encontraré buscando en la web la antigua página de GW..
Por cierto, si os sale que una de las páginas no existe, arriba de todo salen unas barras verticales con unas fechas, eso es la "cantidad de información que se ha hecho backup de la página en ese momento, así que si vais clicando por las barras puede que lleguéis en algún backup donde todavía contenga la info!
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No sabía que había limite de caracteres en adeptvs :P
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Sí, el límite está en 20.000 caracteres.
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Precisamente este relato lo lei hacia milenios y no sabia donde encontrarlo, gracias ;D
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yo tengo la white draft donde salia. el relato esta muy chulo.
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yo tengo la white draft donde salia. el relato esta muy chulo.
¿White DRAFT?
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si, en mi pueblo las llamamos asin.
me he equivocado la he puesto segun me ha parecido
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De la campaña de la tercera de armagedon salio un monto de trasfondo en las white darfs de aquella época.
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Este texto lo leí en su día en la revista y tocó mi fíbra sensible de Ángel Sangriento. Es un texto buenísimo que, en mi opinión, va cargado de la propia esencia del capítulo.
Una esencia que no se perdió al leerlo de nuevo ahora.... Magnifico.
Ay que bonico!!
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Muy buen relato, sin duda ... a ver si nos sacan una mini de Tycho de la compañía de la muerte.
Por cierto, la cruz que le dibujan será aspada en vez de dentada, no?
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ya lo miraré como lo ponían en inglés :P