En menudo pozo de infecta corrupcion he llegado a parar. Nunca me han gustado estas ciudades tan llenas de gente, pero que se le va a hacer, el emperador proveera. No consigo recordar nada, excepto a partir de haberme despertado en este planeta.
Me dedico a vagabundear un poco por la zona, mirar el ambiente, buscar algun sitio donde se pudiese pasar la noche, aunque fuese en la propia calle.